Es un tipo de cerámica del siglo XV ligada a las ciudades de Manises y Paterna.
Se trata de un tipo de cerámica destinada a la construcción para cubrir el espacio existente entre las vigas de las casas.
Su proceso de realización pasa por varias fases:
Primero se realiza el ladrillo de barro trabajando la masa para después colocarla en un molde de madera, donde se deja secar, del que después se extrae para acabarse de secar al sol. Una vez seco se pinta con una lechada de cal, que sirve de base para aplicar el color negro (óxido de manganeso) y el bermellón rojo (óxido de hierro), que son los colores característicos del "Socarrat". Una vez pintados los ladrillos se introducen al horno hasta que alcanzan una temperatura cercana a los 1000ºC y el color empieza a fundirse o a quemarse, de ahí el nombre que tienen estas piezas.